EUROPA
PRESS
5 julio
2016
El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de
Farmacia de
"Con estas dietas
normalmente se limitan los alimentos y las cantidades que se pueden consumir,
ingiriendo menos calorías para perder peso, pero también disminuyendo la
posibilidad de conseguir todos los nutrientes necesarios y aumentando la
probabilidad de padecer carencias de minerales y vitaminas", afirma.
Con la llegada del verano
aumenta el deseo de perder rápidamente los kilos de más acumulados durante el
año y, en consecuencia, proliferan las dietas milagro, que se convierten en la
tabla de salvamento de la 'operación bikini'.
El objetivo de las dietas
milagro suele ser lograr resultados rápidos, fáciles y espectaculares sin
demasiado esfuerzo, pudiendo perder hasta más de 5 kilos al mes. Agrupadas en
tres tipos de dietas milagro, el experto destaca las dietas hipocalóricas
desequilibradas, que provocan un efecto rebote que se traduce en un aumento de
masa grasa y pérdida de masa muscular, así como una disminución del gasto
energético, como consecuencia de una adaptación metabólica; las dietas disociativas, que se basan en la idea de que los alimentos
no sólo contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino también al
consumirse según determinadas combinaciones y proporciones; y las dietas
excluyentes, que directamente eliminan de la dieta algún alimento o nutriente.
Para mantener un estado
óptimo de salud, Varela recomienda "practicar actividad física de manera
regular y seguir una dieta equilibrada, variada y moderada, preferentemente en
compañía, y combinando los diferentes grupos de alimentos y bebidas ya que
todos tienen cabida en una dieta equilibrada, siendo conscientes de que los
milagros en nutrición no existen".
Efectos de las dietas milagro
Las 'dietas milagro' pueden
conllevar una pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales para nuestro
organismo. La deficiencia de minerales puede producir alteración del gusto y el
apetito, así como favorecer la osteoporosis o los trastornos en la coagulación
sanguínea. Por su parte, el déficit vitamínico (B1, B2 y B3 principalmente)
puede provocar irritabilidad y lesiones oculares, cutáneas y
gastrointestinales, entre otras.
Asimismo, el experto
recuerda que pueden producir efectos psicológicos negativos y pueden
desencadenar trastornos del comportamiento alimentario como la anorexia y la
bulimia, además de generar desequilibrios en el metabolismo de las personas.
Además, "cuando
sometemos el organismo a una dieta muy baja en calorías, y hay una pérdida de
peso muy rápida, el organismo reacciona haciéndose más eficiente, gastando
menos energía, y esto puede causar serios problemas de salud y provocar un
aumento de peso drástico en el momento en el que se vuelve a ingerir cantidades
normales de comida".
Por su parte, los expertos
de Infoalimenta, un proyecto promovido por la
Fundación Alimentum y avalado por el Ministerio de
Agricultura, recomiendan disfrutar comiendo con moderación de todos los
alimentos y bebidas, ya que todos ellos tienen cabida en una dieta equilibrada.
Asimismo, aconsejan adecuar
la ingesta a las necesidades individuales; y realizar las cinco comidas al día
recomendadas y actividad física todos los días.